Los poemas pintados en la piel,
apetecidos como el agua cuando la sed se desboca
o rechazados como el fuego cuando la luz nos quema.
Esta tarde de Julio las palabras no están en la órbita
de mi corazón ni de mis ojos. Resuenan como golpes
de hace muchísimos siglos, como si la esperanza no tuviera
otro motivo ni otra espera que decirme: ¡Condiós vayas!
Y no me quedan otros versos que los que te entregué
a cambio de la vida, cuando éramos capitanes de la Goleta Luna,
naufragada allá por las Antillas y nos vinieron a salvar con sogas,
mientras dibujaban tu cuerpo las mareas. Y me iba yo con ellas.
Poeta, fotógrafo y collagista vocacional y autodidacta. "Vagabundo de las Estrellas, Amado vagabundo o Guardián entre el Centeno y Bartleby".
domingo, 12 de julio de 2015
11/07/2015
La hora va pasando
y lo que llega no es tanto
lo que siempre has esperado
como lo que siempre espera.
La hora va pasando
con calma o con premura
y ya olvido y recuerdo
te han dejado una única
cicatriz: este poema.
y lo que llega no es tanto
lo que siempre has esperado
como lo que siempre espera.
La hora va pasando
con calma o con premura
y ya olvido y recuerdo
te han dejado una única
cicatriz: este poema.
09/07/2015
Por el espacio de la noche
viene y se acerca ese resplandor
de la esperanza en singular
al que nombro y me conoce.
Llega hasta donde habitan
los seres muertos y ese otro yo
que me llama y les da vida.
viene y se acerca ese resplandor
de la esperanza en singular
al que nombro y me conoce.
Llega hasta donde habitan
los seres muertos y ese otro yo
que me llama y les da vida.
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