Descanso en las cenizas del pasado
sin sentir ya mis venas ni mis pasos;
soy ahora Tú misma engalanada
de olvido y de silencio. Nadie
me mira ausente de mí mismo,
dormido el corazón y los ojos insomnes;
soy ahora Tú misma engalanada
de espejos inmóviles y ciegos.
Descanso en las cenizas del pasado
sin saber qué cosa somos.
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