Tu soledad, Abril, todo lo llena,
colma de luz la espuma y la corriente,
aurora niña con su sol reciente
toro en golpe de mar como mi pena.
La soledad del corazón resuena
desierta ya como un reloj viviente
que recuerda que late porque siente
la marcha de tu pie sobre su arena.
Y así vas caminando sangre adentro,
sangre hacia arriba, hacia el primer encuentro,
sangre hacia nunca en la memoria mía.
¡Ay, corazón donde me pisas tanto!
¡qué soledad sin ti, cierva de llanto!
¡qué soledad de luz buscando el día!
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