viernes, 4 de mayo de 2012

A Dasca

Porque me ríes,  me  crees y me  creas,  porque  me  oras  o  me  lloras depende de la  hora, me  miras  o  me rimas; porque había  una  vez  un  tambor  llamado Oscar  y  una vez  hubo una  guerra de estrellas,  porque  me dejes  y  me  tengas;  porque estando en  la tierra estamos en  la luna,  porque  mañana sea  el  día y  hoy el  día de  mañana;  porque vengan  las  nubes de tu   puerta a la  mía y te  lleven  las  olas palabras inventadas. Porque  sabes que escribo como  la sed  sabe del agua; porque  vuelas sin alas y  viajas sin  moverte. Porque  no sea  la esperanza  una sala de espera  ni  el  viento  te  ventee,  porque   tus  manos tengan a  mis  manos y  las cartas de amor  te  lleguen; porque  tu  vida sea un  vaivén de sueños,  una  aventura  verdadera. Porque se acuerden de  nosotros  los  recuerdos y  los  locos  no olviden  la  belleza;  porque me  vienen  tus  ojos a la cabeza,  porque  me  cuentas y  me  cuentas los silencios,  porque  hubo  una vez  un  niño enamorado y  una  vez  hubo una niña negra. Porque nos temple  la sangre el  tiempo,  me  llames  y me  oigas; porque  sean  las  noches  blancas  y  los días azules,  porque  vuelvan  las aves al  paraíso y  tu  vueles con ellas. Porque  me  ríes,  me  crees  y  me  creas. Porque  te  beso  o  te  hago  poema depende de la  hora.