martes, 31 de enero de 2012

Muchos críticos han ensalzado y ensalzan El Guernica de Picasso, obra (según mi criterio) panfletaria, belicista y mal hecha. Eficaz sin duda frente a una sociedad influenciable e influida por las circunstancias en que fue pintada y para qué. Ese cuadro es como un arma arrojadiza, un grito desgarrado y desgarrador también y hasta una obra de cuya fuerza ni se duda ni tampoco se puede dar fe.
Si ese cuadro se mostrara a personas que no tuvieran noticia de Picasso ni de la "contienda incívica" española de 1936-1939, casi con toda seguridad serían obviados sus valores patrióticos, su finalidad y hasta su simbolismo, si es que en verdad posee esas cualidades u otras, a pesar de los 200.000 francos que la entonces República Española (así con mayúsculas) pagó por él al entonces genial artista republicano.
El Guernica (según mi criterio) es un cuadro malo, malísimo como arte en sí mismo, dejando aparte simbolos, motivos y cualidades o finalidades políticas, ya que poéticas no las tiene. Es propaganda de cartel, retórica pintada que, como creación pictórica no ha tenido más existencia ni valor en momento alguno que el político y el económico, claro, como ya hemos constatado.

sábado, 28 de enero de 2012

Grande y hermoso como el mar tu corazón
que dejó por nacer tantos nenúfares
y tanta esperanza tras la bruma de Diciembre.
Grande y hermoso tu nombre como el fuego indemne
que se apagó en el vértigo del alma,
y como un reloj insomne se fugó
hasta donde los astrólogos se pierden.
Grande y hermoso tu linaje que combatió
el amor con amor y con desdén el odio.

jueves, 19 de enero de 2012

Salvo de adolescente, nunca
fui nerudiano; pero de Lorca
sí fui un tiempo; una época
tuve también vallinclanesca
y un cierto tinte machadiano.
De Vallejo y de Huidobro me ufanaba,
como del Cernuda más sincero
y del Rubén Darío que allanaba
su vida entre versos y tragos.
Pero a mi edad altar no tengo
sino para Carlos Edmundo de Ory
y para Juan Ramón Jiménez.
Y flores para Unamuno y Quevedo
u n i c a m e n t e.

viernes, 13 de enero de 2012

"Jueguecitos siniestros de salón en medio de la tragedia", llamó JRJ a las posturas y a los hechos que durante la guerra civil tomaron y realizaron escritores como María Zambrano, Pablo Neruda, Bergamín, Alberti, León Felipe y María Teresa León, entre otros.