martes, 7 de agosto de 2007

Uma pessoa chamada Fernando

Yo me encontré contigo,
Fernando, una tarde de mayo,
cerca de aquel parque
que luego nunca ya visité.
Tú llevabas sombrero
y un andar vacilante;
yo, toda mi fantasía
en un libro de versos,
y los ojos como la luz del día.
Excitado por tu presencia,
mi corazón latía
mientras tú te alejabas
camino a no sé dónde,
azorado,
por la llamada -pensé-
de alguna sombra.
Yo me encontré contigo
una tarde de mayo. Eras
el mensajero de mi propio
recuerdo.

No hay comentarios: