Le dijeron palabras que no habían sido inventadas todavía,
escuchó del viento sus secretos, y de los ríos sus despedidas;
fue enloqueciendo para las personas cultas y razonables
del lugar donde vivía, y serenó su corazón con soledades,
hasta que los humanos volvieran a la vida. Pero era mentira
todo lo que de niño creyó que eran verdades, asi es que
decidió dejarlos a todos donde habían estado antes de que él estuviera,
no sin pedirle un deseo a los dioses (existan o no existan):
Que nunca fueran necesarios para nadie su olvido
/ ni su memoria.
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