en vela todavía
aguarda la noche
de la Luz desconocida.
Un aire opaco y de sabor
salado esculpe
con mi aliento las sirenas
cuyas voces
sólo escuchan
/los muertos.
Era del amor el ramo,
la savia del anhelo,
la flor y el fruto.
A la hora de las despedidas
se me asombran los ojos
me tamborilean los dedos
y el corazón se da prisa
porque pase en un momento
/LA VIDA.
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