"De este modo las mujeres son invencibles: son razonables para que no podamos contradecirlas; cariñosas, para que nos rindamos gustosamente ante ustedes; sensibles, para que no podamos hacerles daño, e intuitivas, hasta el punto de asustarnos."
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Él dijo: "También a la mujer más hermosa, ideal, le llega el momento en que tiene que esperar en el medio de la calle hasta que su perro termine de cagar."
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Días de lluvia en los que uno no sabe si las gotas debajo de los ojos de las mujeres mayores vienen de la lluvia o de los ojos llorosos, y un niño, con el dedo en la boca, sale de la casa, como si lo hubieran reprendido apenas un momento antes.
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El jardín como encendido de gritos de pájaros.
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