miércoles, 20 de febrero de 2008

Vladimir Nabokov

Cualquiera cuya mente es lo bastante orgullosa como para no formarse en la disciplina lleva oculta, secreta, una bomba en el fondo del cerebro. Y sugiero, aunque sólo sea por diversión, que coja esa bomba particular y la deje con cautela sobre la ciudad modelo del sentido común.

No hay comentarios: