viernes, 22 de febrero de 2008

Voy a presentarme a las elecciones generales, porque ni soy de izquierdas ni de derechas, ni conservador ni progresista, ni joven ni viejo, ni moderado ni extremista, ni abogado ni periodista, ni licenciado ni catedrático. Voy a presentarme a las elecciones generales, porque ni soy magistrado ni fiscal, ni delincuente ni víctima, ni santo ni demonio. Voy a presentarme a las elecciones generales, porque no soy intelectual zurdo ni diestro, no soy artista de ministerio ni subvencionado, no soy administrador ni alcalde, no soy banquero ni cliente moroso. Voy a presentarme a las elecciones por que no soy patriota ni antipatriota. Voy a presentarme a las elecciones porque me gustan el teatro del absurdo, la poesía académica, los bailes de salón, las corbatas supérfluas, las promesas que a nada comprometen, las mentiras impías, la justicia igual para todos, los casamientos entre moscas y libélulas, la feria de las vanidades y el banquete de los poderosos. Voy a presentarme a las elecciones porque sé menos que Solbes y menos que Pizarro (dos lumbreras nacionales), pero siento más que ellos. Voy a presentarme a las elecciones, finalmente, porque siempre quise estar en el mejor carnaval del mundo, con la madre de los engaños por bandera, y porque, aunque pueda equivocarme, he dicho de modo audaz y claro, porque voy a presentarme a las elecciones.

1 comentario:

Mike Fish dijo...

Genial!
si te presentaras, cambiaría mi voto en blanco, por esta apuesta por el perfecto equilibrio. La neutralidad absoluta, apolítica y libre de deudas, podría ser la mejor receta en estos tiempos de frustración y desencanto democrático.