jueves, 20 de noviembre de 2008

Este 19 de Noviembre que el otoño
se hace presente en cada sombra,
en cada eco del pensamiento, miro
las palabras y las dibujo en el aire
por si acaso pudiera así sanar
el temblor de manos que me aflige
cuando la emoción mística de lo desconocido
se enseñorea de mí, y me duele
no ser el hacedor supremo, el mago
que hiciera desaparecer tanto dolor.
Este 19 de Noviembre como tantos otros,
en Madrid refugiado de los gritos,
hablando con las piedras mudas,
alocada la sangre y el espíritu,
meciéndome en la cuerda floja del destino,
aun sabiendo que el olvido es blanco
y los recuerdos sólo sombras del pasado.
Este 19 de Noviembre azul, verdeamarillo,
encontrándolo todo sin buscarlo, misterioso
volver sobre mí mismo, ajeno al desaliento,
valiente cual el niño torero que contemplo
en esa foto antigua, y que me mira también,
mientras en la taberna parlotean los parroquianos
y las horas hieren a la tarde sin remedio.
Este 19 de Noviembre que imagino lugares
donde habitar sin obligaciones ni derechos,
a la ventura de Dios/ entre mujeres.

1 comentario:

artesano dijo...

La vida no es un problema a resolver sino un misterio a experimentar.