viernes, 12 de diciembre de 2008

conversaciones

A estas horas de la noche, los días me parecen un desconsuelo absurdo, afirmó de pronto Ildo Tenorio, cuando Don Hermético Monteiro llegaba ya a su catorceavo vaso de vino, en la taberna más recóndita y oscura de la isla de Sao Miguel.

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