viernes, 12 de diciembre de 2008

la tierra de los antepasados

Ataúlfo, hijo del gran Alarico, el amado esposo de la romana Gala Placidia, fue asesinado por un esclavo llamado Dubius, que le asestó varias puñaladas.
A éste (Ataúlfo) le sucedió, en contra de lo que el propio rey ordénase, el sanguinaro Sigerico, el cual mandó ejecutar a los seis hijos de Ataúlfo.
El vengativo y cruel Sigerico murió de su propia medicina, asesinado por los seguidores de Walia, hermano del rey Ataúlfo.
El asesinato, pues, la traición, el exilio y el vengativo orgullo, fueron siempre consustanciales con la historia de España, para bien o para mal. Pero los españoles siguen siendo olvidadizos, más bien no para mal, sino para peor.

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