lunes, 29 de marzo de 2010

Marzo

Se despide Marzo con sabor a caramelo de hierbabuena, y me despido yo de ella poco a poco. De ella que es un país, una mujer, una estrella o tal vez una guitarra. No he querido seguir la senda de los muchos, Horacio, ni el camino tortuoso y delirante de la aventura de los pocos, London.
Abril, el mes más cruel que decía Eliot, llega con sus crines mojadas y sus ojos abiertos a mi casa de sueños, mientras Mayo ya llama a combatir sin sangre al caballero de los ojos vendados, el caballo de viento, y la espada de acero.
Se despide Marzo desde este lugar que está en el centro de las adivinaciones futuras, y me despido yo del pasado poco a poco. Del pasado que es un país, una mujer, una estrella o tal vez una música que en mí oigo todavía, aunque cada vez más lejos, más lejos, más lejos.

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