viernes, 30 de julio de 2010

Para ver los cuadros de Mark Rothko sólo tengo que cerrar los ojos; para ver los de Picasso, abrirlos hasta descerrajarme la boca, ensordecerme los oídos y que me duelan las manos.

1 comentario:

Rubén dijo...

Estuve en Cuenca. Y vi cuadros de Zóbel. Sólo viaje para ello.
Por el placer de viajar y de ver.

Un saludo compañero de viaje.