miércoles, 28 de diciembre de 2011

Salvador Dalí (Diario de un genio)

Los rojos, los semirrojos, los rosa e incluso los malva pálido aprovecharon la muerte de Lorca para una vergonzosa y demagócica propaganda, ejerciendo así un innoble chantaje. Intentaron, e intentan todavía hoy, convertirlo en un héroe político. Pero yo, que fui su mejor amigo, puedo dar fe ante Dios y ante la Historia de que Lorca poeta cien por cien puro, era consustancialmente el ser más apolítico que jamás he conocido. Fue simplemente víctima propiciatoria de cuestiones personales, ultrapersonales, locales y, por encima de todo, víctima inocente de la confusión omnipotente, convulsiva y cósmica de la guerra civil española.

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