jueves, 22 de noviembre de 2007

NOTICIAS

Al único Don Quijote en carne y hueso que vi, ahora que me acuerdo, fuiste tú, Fernando, y al único actor que me gustaba escuchar recitar una y otra vez, con la voz ronca, atronante y certera, fuiste tú, Fernando. Contigo hubiera sido al lado de quien me hubiera gustado luchar, llegado el caso, por defender el único tesoro verdadero que conozco: la libertad. Contigo hubiera sido posible luchar, sin olvidar las razones de cualquiera y sin acatar las órdenes de nadie.
Fernando, te has ido sin arreglar el porvenir, sin liberar a los esclavos de sí mismos, quizás como Cervantes, al final, más Sancho que Quijote, tras esas bicicletas del verano, igual que todos los niños pobres de antaño, cuando se esperaba lo mismo ver regresar el amor que ver marchar el amor, por el caminito verde. Te has ido, y Madrid me parece mas frío, sin tu figura gigante de bufón tímido , sin tu cálida y reconfortante presencia. Madrid está cada vez más huérfano de personajes románticos, de buscones famosos, de teatros calderonianos y de decentes putas de lujo, que merezcan ser llamadas así en todos los sentidos.
En este viaje a ninguna parte conocida, Fernando, puede que no te encuentres, como tú bien decías, con los amigos que se marcharon antes, pero has de saber que los que aquí nos quedamos a esperar que la soledad cumpla años, años y años, te vamos a guardar en la memoria de todos los tiempos , ya sean amarillos, ya sean de cualquier otro color.
Madrid, una ciudad que no se puede entender sin Quevedo, sin Larra, sin RAMÓN, sin Umbral, te está llorando, Fernando, por autodidacta, por auténtico, por ácrata y por humano.

1 comentario:

artesano dijo...

Precioso. Creo que a Fernando también le habría gustado.
Una de sus pelis menos conocidas, El Anacoreta, es una pepita para mí.